Villa Ciscarejo Casa de campo entre naranjos en Gádor (Almería)
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Levante almeriense → La huella del pasado
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Cuevas del Almanzora, las Cuevas de Zájara |
Cuevas del Almanzora, yacimiento arqueológico de Fuente Álamo |
Yacimiento de Antas, El Argar |
Los primeros vestigios arqueológicos del Levante Almeriense corresponden a los albores de la historia, en el Paleolítico, como muestra la Cueva de La
Zájara I y II (Cuevas del Almanzora). Desde entonces hasta ahora, ha sido cuna de grandes culturas, como El Argar, y ha acogido a pueblos llegados,
como los fenicios, de los confines del Mediterráneo.
Del Paleolítico y el Neolítico han aparecido hallazgos en varios municipios de la comarca, mientras que la presencia del Cobre se constata en Turre y
Vera, perteneciente a la cultura de Los Millares. Más adelante, los habitantes de El Argar (Antas) marcaron un nuevo hito en la historia, imprimiendo
un sello personal a la Edad del Bronce. Serán los protagonistas de la cultura que se desarrollaría en el sudeste peninsular entre los años 1900 y 1300 a. C.: la cultura agárica. A este mismo marco cultural pertenecen varios yacimientos de la zona, destacando el de Fuente Álamo en Cuevas del Almanzora.
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Mojacar Playa, Torre del Pirulico |
Villaricos, ciudad histórica de Baria |
Carboneras, Fortaleza de San Andrés |
En el siglo VIII a. C. los fenicios desembarcaban en las costas del Levante Almeriense para fundar una factoría en Villaricos, uno de los yacimientos
más relevantes de la provincia; aquí se ubicó la próspera ciudad púnico-romana de Baria.
Iberos, cartagineses y romanos antecedieron a los musulmanes llegados en el siglo VIII. Fueron los antiguos pobladores de Al-Andalus quienes
confirieron a la comarca un carácter que aún hoy, tras varias centurias de su expulsión, permanece vivo en la arquitectura popular, los topónimos de
la zona o el poblamiento disperso que recuerda a las alquerías musulmanas.
En la Edad Moderna el litoral sería sembrado de torres y castillos, ante la amenaza berberisca. Una vez pasado este periodo de inseguridad, el
resurgimiento económico llegó de la mano de la minería del siglo XIX, cuya huella puede observarse en los restos de arqueología industrial dispersos
por la comarca, hoy dedicada al turismo y la agricultura.
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