Levante almeriense →  Desde Sorbas a Bédar

Sierra de Bédar
Sorbas, vista parcial
Karst en Yesos de Sorbas
Sierra de Bédar Sorbas, vista parcial Karst en Yesos de Sorbas

Una ruta por el interior del Levante Almeriense, desde el río Aguas hasta la Sierra de Bédar, pasando por uno de los parques naturales más interesantes de la provincia, el Karst en Yesos de Sorbas. Cuenca la Chica, así se llama el lugar de Sorbas. Sus casas blancas sobre el barranco recuerdan a este pueblo manchego, con sus famosas casas colgadas. La ubicación estratégica del pueblo, dominando el río Aguas desde sus alturas, era apreciada ya por los colonos en tiempos prehistóricos. La Cueva del Tesoro, las pinturas rupestres de estilo levantino de La Mela y el poblado de Cariatiz de la cultura de El Argar son testigos de su dilatada historia.

Cueva del Tesoro
Sorbas, un horno árabe en el barrio alfarero
Sorbas, Casa del Duque de Alba
Cueva del Tesoro Sorbas, un horno árabe en el barrio alfarero Sorbas, Casa del Duque de Alba

La ciudad actual, de origen romano, recibió su nombre de los moros. Sorbas significa olla de arena en árabe, un topónimo que puede aludir a un tipo de vasija de barro, una tradición que continúa hasta nuestros días. En el barrio de la Alfarería se conservan algunos hornos árabes que aún se encuentran en uso. El urbanismo y la arquitectura de origen islámico se mezclan con aportaciones cristianas como la Iglesia de Santa María y los numerosos palacios nobiliarios que recuerdan el pasado glorioso del lugar desde el que antaño gobernaba sus tierras el Marqués del Carpio. Un buen ejemplo de ello es la Casa del Duque de Alba. También cabe destacar la pedanía de Los Molinos del Río Aguas, enclavada en un paisaje de huertas y almazaras.

Lubrín, vista panorámica
Lubrín y sus estrechas calles
Bédar, vista parcial
Lubrín, vista panorámica Lubrín y sus estrechas calles Bédar, vista parcial

Sorbas es conocida sobre todo por sus formaciones kársticas, entre las más importantes de Europa: el Karst en Yesos de Sorbas es una visita obligada para los espeleólogos. Si seguimos las estribaciones de la Sierra de los Filabres en dirección norte llegaremos a Lubrín. Sus casas encaladas, sobre las que destaca la silueta de la iglesia, se encuentran al pie de una roca en medio de un paisaje repleto de almendros.
Paseando por sus estrechas calles te sorprenderán los numerosos balcones decorados con flores, los escudos de las familias nobles en las fachadas y las numerosas plazas. Un oasis de paz que invita a disfrutar de la hospitalidad de sus residentes con total comodidad.
Los alrededores de Lubrín, salpicados de pueblos y caseríos, albergan un amplio conjunto de pinturas rupestres, desde la Piedra de la Cera hasta la Cueva de los Murciélagos, donde habitaron hace miles de años personas del Paleolítico temprano. Para pasar un día en plena naturaleza, recomendamos el sitio de excursión El Marchalico.

El Marchalico
Bédar, Iglesia de Santa María de la Cabeza
El Pinar
El Marchalico Bédar, Iglesia de Santa María de la Cabeza El Pinar

Bédar, situado en el corazón de la Sierra del mismo nombre, es un pueblo sencillo con influencias moriscas, cuyos orígenes se remontan a una casa de campo de la época de Al-Andalus. Ésta fue también la época de esplendor de la villa de Serena, cuya iglesia de Santa María de la Cabeza (siglo XVI) conserva una de las fachadas de la antigua mezquita.
Bédar, declarada Villa Real en 1765, floreció en el siglo XIX gracias a la minería. Entre los lugares recomendados para visitar se encuentran la iglesia del siglo XVII, los restos del castillo árabe, el Lavadero y la Fuente de Bedarín. Una reliquia del pasado minero de la zona es el asentamiento de El Pinar, hoy transformado en urbanización y cuyos edificios han sido en gran parte restaurados. Este asentamiento jugó un papel importante en la industria minera de Almería, tras la construcción de la primera grúa-cable de la provincia en 1888, que conectaba El Pinar con el alto horno de Garrucha, y la construcción de una línea de ferrocarril en 1896 hasta el cargadero de Garrucha, desde donde se embarcaba el mineral.